Las ninfas, muy agradecidas con la diosa Pepa por haberles entregado el perfume MITO, decidieron ofrendarle una esencia también a ella para honrar su generosidad y su belleza. Pasaron años seleccionando los aromas más exquisitos de sus tierras: peonías, magnolias, kiwis y frutos rojos. También añadieron notas de madera, ámbar y musgo a la esencia. Cuenta la leyenda, que la fragancia NINFA era tan perfecta, que generó el revuelo de todos los pueblos.